Sistemas de intrusión
Actualmente existe una gran cantidad de tipos de alarma en el mercado, las cuales pueden ser utilizadas tanto en hogares como en comercios u oficinas.
La central de alarma es el centro neurálgico del sistema, posee un microprocesador que es encargado, de acuerdo a su programación, de recibir las señales de los sensores y tomar acciones como activar una sirena, un transmisor telefónico,etc. La central dispone de un cargador automático para batería que será la encargada de alimentar a todo el sistema en caso de corte del suministro eléctrico.
Constantemente recoge información del estado de los distintos sensores y, en caso de detectar una intrusión en la zona protegida, accionará los sistemas de aviso (sean estos acústicos u ópticos). Puede verse a este elemento del sistema de alarma como una especie de tarjeta electrónica, ya que en ella quedan registradas las distintas entradas y salidas del hogar.
La central de alarma suele encontrarse resguardada en un gabinete lo suficientemente protegido como para no poder ser desarmado.

Cada una de estas zonas puede ser activada y desactivada de forma independiente, lo cual es una gran prestación para hogares con muchas dependencias, ya que es posible proteger las áreas en las que no debería haber presencia humana y desactivar los detectores en aquellas áreas que estén siendo ocupadas por los habitantes de la vivienda.